lunes, 16 de marzo de 2015

Los retos de la GEOGRAFÍA en la educación básica, su enseñanza y aprendizaje.





Los retos de la GEOGRAFÍA en la educación básica, su enseñanza y aprendizaje.

¿Quiénes son los profesores que enseñan GEOGRAFÍA en México?

(RESUMEN)



¿Por qué ser profesor y por qué de GEOGRAFÍA?

       Ser profesor implica ser un humanista y disfrutar del trato con personas, particularmente con niños y jóvenes. Las relaciones cognitivas y afectivas que establece en la escuela hacen de él un profesional de la educación que tiene como principal compromiso la formación integral de sus alumnos. Sin embargo, los profesores que imparten Geografía en la primaria, la enseñan como una asignatura más que forma parte del currículo escolar, donde las matemáticas, el español, la historia, las ciencias y demás asignaturas, comparten su interés y tiempo, meritando el que dedican a la geografía. Para que pueda haber una buena comprensión y apreciación de la Geografía, no se debe enseñar como cualquier otra de las materias “seriadas” sino como  una más de las mismas
       Ser profesor y de geografía, implica tomar dos decisiones personales; una, permeada por la afinidad y la posición social y cultural que busca como proyecto de vida; y otra, que responde al interés de incorporarse laboralmente en el ámbito profesional de su preferencia. Además, el profesor se encuentra influido por procesos formativo-escolares iniciales, por las formas corporativas establecidas para el ejercicio de su profesión y por el grado de certificación y legitimidad otorgada por el entorno de amigos, familiares y grupos de iguales. La identidad profesional de los maestros que enseñan Geografía está formada por aspectos como la necesidad de reflexionar sobre la inserción en un campo profesional desde el origen social, la condición de género, las expectativas y concepciones en torno a la escolaridad, el tránsito por la formación y la trayectoria en el ejercicio de la profesión, hasta las opciones de futuro elaboradas desde el presente.
Los perfiles profesionales.
                                          
       La trascendencia social y cultural del trabajo de los profesores constituye la razón principal de su práctica educativa, la cual requiere de maestros comprometidos con la ciencia, la tecnología y el conocimiento, y también con el desarrollo humano, la mejora económica y la sustentabilidad del ambiente.
       Sin embargo, de acuerdo con los datos de ANUIES 2008 (SEP, 2009), la formación de profesores en México sólo constituye 5.4% de la población de educación superior, lo que origina que parte de los profesionistas universitarios ocupen los espacios escolares que no se cubren con profesores normalistas. Según datos de DGESPE (2009), existen 492 escuelas normales, de las cuales 297 (61%) son públicas y 193 (39%) privadas, y sólo 32% ofrecen la formación de profesores de secundaria. Este porcentaje de escuelas normales ha descendido su matrícula alrededor de 50% en los últimos 10 años, y no precisamente por deserción o reprobación, ya que sólo 3% de los alumnos inscritos en ellas no terminan sus estudios.
       En particular, esta situación es más crítica para la especialidad de geografía, ya que algunas escuelas normales ofrecen la formación en geografía cada cuatro años con grupos únicos, donde muchos aspirantes no tienen como primera opción de estudios querer ser profesores, y en otras, ante la baja demanda, se completan los grupos con aspirantes rechazados de otras especialidades, como historia y biología, entre otras.
       En este sentido, desde 1995 el Programa Nacional para la Actualización Permanente de los Maestros de Educación Básica en Servicio (Pronap), por medio de los Centros de Maestros, ha ofrecido Cursos Nacionales de Actualización (CNA), Talleres Generales de Actualización y, actualmente, Cursos Básicos de Formación
       Continua (CBFC). Los docentes consideran importante actualizarse mediante cursos o talleres sobre técnicas y estrategias didácticas; orientación para la formación de los adolescentes; técnicas y estrategias de evaluación, y contenidos de la asignatura que imparten (SEP, 2004).
       La mayoría de los docentes participa en actividades de actualización (que se reconocen como formación continua, posterior a la formación profesional inicial), pero 25% de ellos estima que éstas no satisfacen sus necesidades. Entre ellas destacan principalmente las nuevas tecnologías y las formas de evaluación. Los docentes reciben actualización en forma gratuita, pero aun así no incrementa la formación continua, ya que no se recompensa con incentivos económicos inmediatos ni se traduce en cambios o promociones laborales directas.

Las trayectorias del aula.

       La trayectoria es el tránsito del maestro desde su formación hasta las prácticas laborales en las que ha intervenido empleando los saberes especializados, producto de su formación y de los intereses y contextos sociales e institucionales de su acción profesional. Se reconoce como trayectoria laboral de los profesores todas las situaciones que se suscitan en el desarrollo de su trabajo docente, donde la forma de tener acceso al empleo, el ingreso económico promedio y los años de servicio son importantes. Sin dejar de valorar su compromiso, actitud, profesionalismo y dedicación observados durante su desempeño laboral.
       Las formas de tener acceso al empleo recrean y reconstruyen los conocimientos, saberes, prácticas y sentidos del ejercicio docente que se establecen en el interior del grupo profesional. Una condición particular de los profesores es saber que su vida profesional transitará a través del empleo como docente, donde no se vislumbra inicialmente de forma clara y evidente otras tareas que son consustanciales a la docencia, como la investigación de su práctica docente o la adopción de cargos académicos o administrativos que terminan por configurar otras trayectorias profesionales. Estas alternativas ocupacionales de los profesores se van presentando después como parte de sus expectativas de promoción y superación profesional que terminan por descentrar su interés docente, en mayor medida cuando se asumen funciones de gestión educativa.
       No así cuando se intenta investigar sobre su propia práctica docente. En este sentido, el profesor puede transitar de una práctica docente técnica y empírica, hacia una capaz de articular la teoría con la práctica. El ingreso al servicio docente, según los profesores, debe hacerse mediante el establecimiento de una normatividad rigurosa, con la realización de concursos de oposición, la definición de perfiles profesionales específicos y la garantía de imparcialidad en los procesos de ingreso. Esto es difícil de lograr debido a las condiciones cambiantes de la oferta y la demanda de empleo docente en el país.
       Las trayectorias de vida profesional son fácilmente predecibles para las nuevas generaciones de profesores que se incorporan al trabajo docente.

Las competencias docentes.
       Las competencias son los saberes que movilizan los profesores para realizar acciones en situaciones concretas de su trabajo docente. Estas competencias profesionales 181 se centran en el uso interactivo de materiales de enseñanza, en la búsqueda, reflexión y análisis de información relevante, en procesos de enseñanza y de aprendizaje significativos y en alcanzar concordancia con el entorno cambiante por medio de un pensamiento crítico y científico y la cooperación en grupos de trabajo a partir de una sólida cultura individual (Zabalza, 2007).
       Las competencias docentes pueden asociarse a varias perspectivas; una de ellas es la racionalidad técnica de la filosofía positivista, la cual postula que los profesionales resuelven problemas instrumentales bien estructurados mediante la aplicación rigurosa de las teorías y técnicas que se derivan del conocimiento científico. Sin embargo, los problemas que enfrentan los profesionales en situaciones reales se ubican en lo que Schön denomina las zonas indeterminadas de la práctica, que se caracterizan por la incertidumbre, la singularidad y el conflicto de valores (Schön, 1992, en Díaz Barriga, 2006:9).
       Una manera de superar la incertidumbre y el conflicto es reconocer los paradigmas que orientan las prácticas docentes. En el cuadro 5 se observa que el aprendizaje que promueven los profesores está mediado por distintos paradigmas.


            El profesor debe participar de manera comprometida, respetuosa y responsable en actividades sociales, colaborativas y comunitarias, como parte de las competencias que corresponden a su formación profesional y de las competencias que debe promover en sus alumnos para su vida presente y futura. Justamente ahí están los retos de los docentes en la enseñanza y el aprendizaje de la geografía, hacia los niños y jóvenes que conformarán las sociedades del futuro.





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